Tal y como yo lo veo, en este mundo hay básicamente dos
tipos de personas: aquellas que actúan enérgicamente sobre
sus deseos, convicciones y objetivos vitales, y las que
simplemente se sientan a esperar que la vida les regale
las cosas que quieren.
Por lo que a mí respecta, no siento la más mínima simpatía
por quienes equivocadamente piensan que esperar es una
estrategia acertada para alcanzar las cosas que se desean.
¡Qué disparate! ¿Pero de qué cuento de hadas ha salido la
gente que piensa de ese modo?
Si quieres que te ocurran cosas buenas, si quieres que tu
vida sea diferente a como es en la actualidad, entonces
sólo hay una cosa que puedo recomendarte: ¡Ponte en
movimiento! ¡Actúa! ¡Haz algo! No te quedes ahí quieto
inventando toda clase de excusas para respaldar y auto
justificar tu cobardía.
Entiéndelo. Tú y sólo tú eres el responsable de las cosas
que suceden en tu vida, buenas o malas. No busques otros
culpables. No los hay.
Por eso, si hay algo en tu vida que no marcha como
debería, mírate en el espejo, señálate con el dedo
acusador y di en voz alta: “Es todo culpa tuya”. Estarás
en lo cierto.
Si los resultados no son los esperados, cambia tus
acciones.
Hay una cita que cualquiera debería tener anotada en un papel y
pegada en un lateral del espejo en el que se mira cada
mañana:
“La locura es seguir haciendo las cosas como las has hecho
hasta ahora y esperar obtener unos resultados diferentes”
Tan conciso… tan cierto.
recordatorio para mi